Crudo testimonio de ex trabajadora del Portal La Dehesa

Miércoles, 27 de noviembre de 2019 a las 15:48

Anónima

Es impresionante que a pesar de algo no pueda sorprenderte, duela tanto.Trabajé en el Portal La Dehesa durante 3 años en mi última etapa universitaria, para poder “parar la olla” en mi casa, no fue hace tanto.Para quien no sepa, es un mall que posee una pésima locomoción colectiva, y los horarios son los mismos que cualquier otro centro comercial que tenga una estación de metro cerca. Me encontré con compañeros y compañeras de trabajo que viajaban desde todo Santiago hasta ese lugar. Hora y media (o más) de trayecto era algo común, y si tenias suerte y eras empleado de multitienda con sindicato podías acceder a buses de acercamiento.

Para el resto (locatarios, externos dentro de la misma multitienda, tíos del aseo, etc) se las arregla con el Transantiago. No mas de 3 micros llegan ahí, y el fin de semana es peor.Después de esto, llegas a tu lugar de trabajo donde hay dos perfiles de cliente sumamente segmentados; Cuicos o pobres.  Tuve buenas y malas experiencias allí, pero todas las malas se las atribuyen los cuicos. No sólo por las razones obvias en donde todos son familiares o amigos del gerente de lo que sea, y por ende no sólo debes darle una atención VIP, sino mucho mas que eso. Me explico.De toda mi experiencia en retail, solo en el Portal te exigen regalos, descuento o lo que se les ocurra porque “siempre compro aquí”, “si me pierden de cliente te quedas sin sueldo”, “dame tu nombre para que te presionen por otra parte”.

La mayoría de las veces es mentira, pero están ACOSTUMBRADOS a ejercer ese tipo de presión, desde chiquititos.Solo en el Portal hay una cantidad considerable de familias con 5 o mas niños fuera de supervisión, en donde a veces debes estar mas pendiente de que no hagan y deshagan que de tu propia pega. Los adultos responsables ya dan por HECHO que otra persona lo hará. Me encontré con niñas llorando en el baño porque clientes les daban un pésimo trato. Las tías del aseo actuaban con una aura maternal que me enternece hasta el día de hoy, porque por muy mal que alguien haya hecho algo mal, no merece quedar tiritando en llanto por eso. Como colega, era difícil acercarte porque nadie quería ser reconocida en esa situación. Seguías de largo pensando en que ese día al menos no habías sido tú. Ni hablar de la homo/xenofobia que hay. Podría escribir algo solo refiriéndome a eso.En varias oportunidades atendí clientes EBRIOS, que iban solo ha hacerte perder el tiempo buscando problemas por lo que fuera, o haciéndose los chistosos, por no decir a acosar. A veces no tenias otra que llamar al guardia para que te rescatara, con el riesgo de que fuera peor y se ofendiera porque lo trataran como delincuente, haciendo escándalo y que dependieras del nivel de empatía de tu jefatura.

El nivel de inconsciencia es tal, que por amigas que aún están allí me cuentan que los clientes se molestan por cerrar temprano, porque por el sector “no pasa nada”. No se cuestionan nada, porque no hay que ser un genio para pensar que una vendedora de mall no podría ser vecina de tu casa de 21.000 UF.Ni hablemos de los sueldos. La clientela es tan pudiente que no solo compites con el resto de Santiago, sino que con las grandes potencias mundiales. Como se la pasan viajando, les sale más barato, o hay más variedad, o tienen la personalidad para probarse todo y encargarlo por aliexpress, cotizando en tu cara. Entre tanta cosa cuesta vender tu mercadería ahí, por muy bien que atiendas. En una de la zonas más exclusivas de la RM. Parece chiste.

Por eso cuando pymes van a eventos se sienten estafados, porque le pintan un mundo en donde el precio no debería ser el problema, y la cultura del regateo se la saben por libro.  No me imagino lo que alguien que haya trabajado ahí por mas años haya vivido, vi mucha gente que la llevaron al Portal La Dehesa por ser profesional y dedicada (porque ese publico no lo aguanta cualquiera) y que ni siquiera en la parte monetaria se les compense ALGO. Pero los rotos somos nosotros, los que queremos todo gratis somos nosotros, los de población somos nosotros. Mantengo mi anonimato por obvias razones, porque los ROTOS CON PLATA son peligrosos. Lo demostraron perfectamente hace días. Yo soy ROTA SIN PLATA y nadie me va a proteger.

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