Los expertos comenzaron a indagar en cómo comenzó a propagarse el coronavirus en Europa, llegando hasta un partidazo de la Champions League.
El pasado 19 de febrero, Atalanta recibió al Valencia por la ida de los octavos de final de la Champions League, instancia que el elenco italiano llegaba por primera vez en su historia.
Es por eso que decenas de miles de personas se trasladaron desde Bérgamo hasta Milan, donde hizo de local su escuadra. 55.000 personas en el estadio y unas 5.000 en la ciudad viendo el duelo en bares milanesos.
El encuentro lo ganó 4-1 el Atalanta, por lo que la fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche antes de volver, llenos de alegría a Bérgamo, pero también cargados de una de las tragedias más grandes que tenga recuerdo esa ciudad.
La enorme mayoría de ellos llegó contagiado de coronavirus, desatando una verdadera pandemia y provocando que el COVID-19 no sólo se diseminara por Italia, sino por toda Europa, según concluyeron los expertos.
“Aquella noche, más de 60.000 habitantes de Bérgamo fueron a Milán a ver el partido. Se reagruparon en el estadio. Decenas de miles más lo vieron en sus casas, con la familia, los amigos, en los bares. Está claro que fue un momento de fuerte difusión del virus como una bomba biológica”, declaró el alcalde de Bérgamo Giorgio Gori.
Esto lo refuerza el representante en Italia de la Organización Mundial de la Salud, Walter Ricciardi. “El partido del 19 de febrero jugó un papel importante. Un tercio de la población de Bérgamo se concentró en un estadio e hizo una fiesta. No es por azar si Bérgamo es la zona más afectada y no es por azar si los valencianos que pasaron de Italia a España actuaron como transmisores en su país”, expresó.
Además, cerca de 1.000 hinchas del Valencia regresaron a España no sólo con la derrota, sino con el COVID-19, esparciéndolo por todo el país.
Tanto Italia como España son los países más azotados por el coronavirus.