Giannina Barra Fasciani, Nutricionista.
Partamos por conocer ¿qué es el sistema inmune? Corresponde a una compleja red de defensa que protege al organismo frente a agentes potencialmente dañinos, el cual cuenta con la capacidad de responder ante millones de sustancias extrañas provenientes del ambiente.
Actualmente no existe un tratamiento o una vacuna para la enfermedad causada por el coronavirus COVID 19, la única defensa que tiene nuestro organismo es el sistema inmune.
Por lo tanto, en ausencia de un tratamiento específico para este nuevo virus existe una necesidad urgente de encontrar medidas que puedan ayudar a controlar la replicación y propagación del virus.
Las defensas contra la infección dependen de un suministro adecuado de nutrientes, por tanto, de la alimentación depende de que tus defensas se fortalezcan o debiliten.
Recomendaciones nutricionales:
Incorpora frutas, verduras diariamente: De preferencia incorpora aquellas ricas en vitamina C, tal como naranjas, frutillas, kiwi, limón, tomate, pimiento y hortalizas en general.
¿Por qué? Corresponde a unode los mayores propulsores del sistema inmunológico; dentro de las funciones principales encontramos especialmente la antivírica y además de contribuir al mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones.
Añade alimentos ricos en vitamina D: Principalmente pescados como el atún, salmón, jurel, yema de huevo... Reduce el riesgo de infecciones de las vías respiratorias.
Incluye alimentos ricos en zinc: Como mariscos, huevos, carnes rojas, frutos secos, legumbres o frutos secos… El zinc es considerado la perla del sistema inmune, un mineral imprescindible para nuestras defensas.
Consume regularmente probióticos: Alimentos fermentados naturalmente ricos en probióticos como la Kombucha, kéfir, yogurt natural o bien accede a ellos directamente mediante su compra.
Aunque sus beneficios son muy amplios, dentro de las principales encontramos las ejercidas sobre el sistema inmunitario.
Evitar alcohol: Dado a sus efectos inmunosupresores.
La evidencia científica es suficiente para concluir: una óptima nutrición mejora el funcionamiento general del sistema inmune, tanto el exceso como la carencia de alimentos pueden disminuir la función inmunológica; punto de gran relevancia para nuestra población, considerando las altas tasas de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas asociadas.