El caso de Carolina Fuentes (42), madre que desapareció el 30 de junio pasado y fue hallada muerta a 100 días de su desaparición en la comuna de Portezuelo, Región de Ñuble, se tomó la agenda noticiosa.
Y en las últimas horas han salido a la luz nuevos antecedentes, y es que según testigos, Fuentes fue vista por última vez el 3 de julio tras viajar de Santiago a Ninhue, para cobrar un dinero, pero se le perdió el rastro cuando intentaba volver a la capital.
El último contacto con ella fue ese día, cuando envió un WhatsApp a su hermano. Sin embargo, ese mensaje generó sospechas en sus cercanos, ya que tenía faltas de ortografía y modismos que no correspondían a la mujer.
«Carolina no se expresa de esa forma, fue algo confuso lo que estaba escrito en ese mensaje, algo raro que inmediatamente no me cuadró. Como que estaba presionada para escribirlo, o alguien estaba al lado de ella diciéndole lo que tenía que escribir», aseguró su marido, Óscar Cisternas.
En conversación con el matinal ‘Buenos Días a Todos’ de TVN, Cisternas señaló que los textos pudieron ser redactados por un tercero: «Yo estoy seguro que esa persona escribió los mensajes con la intención de ganar tiempo. Me escribió mensajes a mí y a otros familiares con palabras que nunca había ocupado».
Finalmente, sobre la intención que habría tenido esta persona para comunicarse con los familiares de la víctima a través de su celular, su esposo indicó que sería para «hacerle daño y deshacerse del cuerpo (…) a Carolina le hicieron algo en el trayecto y la tiraron al río, yo creo que nunca llegó al terminal».