El Frente Amplio Revolución Democrática tuvo un gran traspié en estas horas, luego de saberse que dos diputados renunciaron. La salida de Pablo Vidal y Natalia Castillo de sus filas ha dado de qué hablar, pensando justamente en el futuro. Claramente la noticia golpeó fuerte, depués de salir a la luz a través del medio Ex Ante.
Allí, dictaron que Vidal se desafilió de Revolución Democrática el 22 de noviembre, por lo que ya pasaron casi dos semanas. La fecha coincide con una precaución legal a fin de evitar la llamada Ley Antidíscolo. De esta manera, Pablo podría ser candidato independiente por su mismo cargo u otro en las próximas elecciones de noviembre de 2021. En estas se elegirán diputados y senadores.
Luego, al poco tiempo, también se fue del partido la diputada por Santiago Natalia Castillo, lo que dejó en claro aún más la crisis al interior del partido liderado por Catalina Pérez. No obstante, mediante una carta, el mismo diputado se encargó de aclarar los motivos de su salida.
«Hoy, pareciera ser que Revolución Democrática renunció a la osadía y convicción de liderar. Quisiera creer que las cosas pueden ser diferentes. Me gustaría que RD estuviera decidido encabezar un proceso transformador de centro-izquierda, junto a visiones socialdemócratas, socialistas, progresistas, liberales, verdes y feministas", se lee en el comienzo de la misma.
Por su parte, destacó: "Pero son variadas y consistentes las señales de que RD ha preferido un camino donde se consolida un polo de izquierda clásico, en un camino donde creo que se privilegia una identidad de impugnación y testimonio, bailando con los compases de una música ajena a las que nos inspiró en el comienzo».
«Crecí sabiendo que la señora que hacía el aseo de mi colegio era igual de importante que la Directora. Crecí viendo a mi familia emocionarse y esperanzarse con la recuperación de la democracia, pero también vi como se decepcionaron cuando los Gobiernos democráticos no trajeron la justicia social tan esperada", comunicó también.
Para cerrar, el diputado expresó: "Crecí sin acceso a lujos, viajes ni comodidades, pero nunca me faltó nada, porque mis padres me apoyaron siempre, con dificultades, con deudas, con tarjetas de casa comerciales y tasas usureras, con las “bicicletas financieras” que la gran mayoría de familias chilenas usa para llegar a fin de mes, pero sobre todo con amor y convicción de que podíamos salir adelante. Logré estudiar en una de las mejores universidades del país con un crédito que aún no termino de pagar».