La fallecida en Parque Safari entristeció a todos.
Nadie duda del impacto que generó la muerte de la mujer en el Parque Safari hace pocas semanas, lo que terminó siendo noticia mundial. Todo sucedió el pasado 6 de agosto, con un ataque feroz que culminó con el fallecimiento de Catalina Torres (21), una joven empleada del sitio ubicado en Rancagua. La mencionada fue atacada por un tigre que se encontraba suelto.
Si bien ya ha pasado un mes de este lamentable suceso, la madre de la víctima, Sara Ibarra, dio a conocer nuevos detalles sobre la fatídica jornada que vivió su hija. «Niño», el felino que mató a Catalina, fue el primer tema tocado de la mujer con CHV Noticias. Ante eso, dijo que «ella siempre hablaba de él (el animal) y yo le decía que tuviera cuidado».
«Fue tan grande mi dolor que no concibo aceptarlo, porque es algo que se podría haber evitado. No fueron capaces de hacer la tarea ninguna institución. Los animales estaban encerrados con llave. Están faltando a la verdad, son mentiras», expuso también sobre lo ocurrido en el Parque Safari de Rancagua.
Por otro lado, la madre de Cata aseguró que su «hija trabajaba como guía turística, pero también tenía que hacer labores de limpieza. De hecho, fue en este contexto que ocurrió la tragedia. Era una cosa que estaba normalizado, de los leones se pasaban a los tigres. No era una cosa que ellos iban a entrar… si ahí no entraban a un gallinero».
Tragedia histórica en el Parque
«La Cata era la más antigua, los otros niños llevaban poco tiempo. Ahí no había una inducción, el que lleva más tiempo le enseña al joven que llega», cerró la madre de la joven fallecida en el Parque Safari. Como ella, Javier Caro, pololo de Catalina, trabajador del mismo sitio y testigo del ataque, aprovechó para dar su versión.
Por ello, indicó: «Yo pesqué la camioneta y se la tiré encima al tigre altiro. Eso fue lo primero que atinamos, yo llamando por la radio y nadie respondió. Por lo menos hubo media hora en que no se hizo nada y la Cata seguía viva. Nosotros avisamos por radio que éramos los chicos de mantenimiento de felinos, respondió una persona, una voz femenina, y nos dije que pasáramos».
«No había nada para defenderse, ninguna pistola, no había un rifle, no había un guardia, no había nadie que los acompaña a ellos en esa tarea», comentó nuevamente Sara Ibarra. Además, Daniela Torres, hermana de Cata, sostuvo que «no había nada. Nosotros le preguntamos (a su hermana) si tenían un plan de emergencia o protocolos y me decía ‘no, Dani, aquí no hay nada’. Yo creo que nadie debería morir en el trabajo. No debería existir eso».
