Hay versiones opuestas ante el posible sobreseimiento.
Fue la noticia que causó conmoción nacional a inicios de este año, la muerte de Tomás Bravo, un niño de tres años. Su cuerpo fue encontrado sin vida a pocos kilómetros de su casa en Caripilun, en la provincia de Arauco, región del Biobío.
En cuanto a la investigación para resolver su deceso, y que ya se confirmó que actuaron terceras personas, se pidió ampliar el plazo de ampliar la investigación en contra de Jorge Escobar, tío abuelo del pequeño y único imputado por el crimen, aunque también se va a resolver si se acoge el sobreseimiento solicitado por la Defensoría Penal Pública.
El defensor de Escobar, Pedro Aguilera asegura que hay «antecedentes suficientes que descartan su participación en los hechos que se le imputan».
«Resulta improcedente ampliar la investigación y mantener en calidad de imputado a una persona sobre la cual no existe prueba alguna de participación en el delito por el cual fue formalizado», añadió.
Sin embargo, el abogado Alejandro Espinoza, de la Fundación Amparo y Justicia, que representa legalmente a la madre de Tomás, se mostró en contra del sobreseimiento.
«Evidentemente nos vamos a oponer a esa solicitud de sobreseimiento porque creemos que existen antecedentes indiciarios respecto de Escobar, y esas son las diligencias precisamente que están desarrollando para efectos de establecer adecuadamente y de acuerdo a derecho su participación», agregó.
Mientras que la Fiscalía Regional del BioBío informó a fines de agosto que «la indagatoria se concentra, desde ahora, únicamente en la línea investigativa de que su fallecimiento ocurrió por la intervención de terceras personas». De esta manera, se descartó que se haya tratado de un accidente.