El fallecimiento de Hiriart está dando vueltas al mundo entero en estas horas.
Este jueves 16 de diciembre, Lucía Hiriart perdió la vida, por lo que todo el país habla de eso y recuerda sus momentos más terribles. Claro, no todos la apoyaron y respaldaron a ella y su exesposo, el dictador Augusto Pinochet. Por este motivo, en estas horas, se viralizaron una vez más una larga lista de sus frases más sanguinarias, las que dejaron varias críticas en su contra.
Cabe recordar que Lucía Hiriart fue un personaje controversial en la historia de Chile, teniendo en cuenta que ostentó el cargo protocolar de primera dama de Chile entre 1973 y 1990. Cercanos a la familia aseguraron durante varios años que ella tenía injerencia en decisiones que tomaba Pinochet en ese entonces, lo que claramente no la dejó bien parada.
De esa manera, fueron varios los momentos y demasiadas las frases que han sido recordadas durante todos estos años por los chilenos y chilenas. En estas horas, tras conocerse su muerte, en las redes sociales viralizaron varias. Además, se está haciendo alusión a los diversos hechos que se dieron cuando se dio la dictadura militar.
En cuanto al caso quemados del año 1986, momento en el que se afectó a Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, Lucía expuso que “para qué se queja tanto esta niña, si se quemó tan poco”, cosa que se puede apreciar en el libro “Doña Lucía”. Como era de esperarse, eso no fue todo lo que dio para recordar, ya que existieron decenas de frases sanguinarias más.
Recuerdos de Hiriart
Cuando se recuerdan los actos que se hicieron en honor a Salvador Allende por el aniversario del 11, ella comunicó: “Muchos de los gestos me parecen puro teatro, no tienen mayor importancia… Pero al leer la prensa, ves cosas tan inverosímiles, parciales y malintencionadas que piensas que lo único que falta es que canonicen a Allende”.
Ya tocando el tema del plebiscito en el país, Lucía Hiriart indicó: “Los chilenos son unos mal agradecidos“. Eso salió de su boca la noche del 5 de octubre de 1988, cuando Pinochet fue superado de enorme manera en la situación que, la que generó que después 17 años en dictadura regresara la democracia al país. Sin dudas, un momento para el recuerdo.
En el año 2002, el comunicador argentino Juan Gasparini redactó en su en su libro ‘Mujeres de dictadores’, un relato que dice: «Una noche de junio de 1973 en Santiago, cuando el general Augusto Pinochet resolvía irse a dormir, su esposa Lucía Hiriart se le acercó, lo tomó de la mano y conduciéndolo hasta el dormitorio de los niños le dijo: ‘Ahí están sus hijos. Ellos caerán bajo la tiranía comunista por su culpa, porque usted no se atreve a actuar’.
