El rostro de CNN Chile enfatizó que «poner a amigos y familiares en cargos de Estado es siempre una pésima idea».
Este fin de semana, el periodista Daniel Matamala se refirió en su tradicional columna en el diario La Tercera a las designaciones de embajadores políticos del Presidente Gabriel Boric.
En el texto, el comunicador explicó por qué el mandatario es «esclavo de sus palabras» y recordó algunas de sus pasadas declaraciones. «La alternancia en el poder tiene sus virtudes. Una de ellas es desnudar cómo los discursos suelen ser perfectamente intercambiables», partió redactando Matamala.
«Los que ponían el grito en el cielo por la repartija de estas regalías, ahora estrujan su creatividad para buscar argumentos que justifiquen la piñata», agregó.
Luego, expuso que «uno de los factores fundamentales que llevaron al poder a un Presidente del Frente Amplio fue su promesa de renovación respecto de las viejas prácticas que marcaron a los conglomerados políticos tradicionales (…) La vara con que Boric será medido en este ámbito es, por lo tanto, mucho más rigurosa que la de sus antecesores. La sensación de ser ‘más de lo mismo’ sería dinamita para el prestigio del gobierno«.
«El Presidente es, además, esclavo de sus palabras. En octubre de 2021, hablando a los diplomáticos de carrera, dijo que hay que ‘evitar el compadrazgo, el pituto, el premio porque ‘no ganaste la elección, así que te mando para allá’ (…) Las embajadas no pueden ser un premio de consuelo’«, recordó.
«Y, sin embargo, ahora tenemos los premios de consuelo habituales. Bárbara Figueroa (PC), derrotada en la elección de convencionales, rumbo a Argentina. Sebastián Depolo (RD), perdedor en dos elecciones consecutivas, para gobernador y senador, con pasajes a Brasil. Paula Narváez (PS), vencida en las primarias presidenciales, yendo a la ONU», añadió.
El amigo del Presidente
Posteriormente, Daniel Matamala mencionó la designación de Javier Velasco en España: «A diferencia de los casos anteriores, no hay razones de política interna para su nombramiento en una de las embajadas más relevantes para Chile (…) Es un amigo personal del Presidente desde su época de universitario«.
«Los afectos son un punto ciego peligroso para los presidentes. Poner a amigos y familiares en cargos de Estado es siempre una pésima idea», recalcó el periodista.
«Boric ya dio una señal de debilidad al contradecir su promesa de campaña y designar a su pareja, Irina Karamanos, como primera dama. ‘No puede haber cargos en el Estado que tengan que ver o estén relacionados con el parentesco del Presidente o con nadie (…). Vamos a abolir esa institución’, había dicho como candidato», rememoró.
«Darle una embajada a un amigo es un segundo error no forzado sin ninguna justificación política», sostuvo.
Al finalizar, el comunicador indicó que «aquí, como en otros temas, el Presidente haría bien en recordar que cada promesa no cumplida será una resta en el capital político que necesita para cumplir su programa. Y que él, por la naturaleza misma de su liderazgo, centrado en la ética y la renovación, será, más que ninguno de sus antecesores, deudor de sus promesas y esclavo de sus palabras«.