«Me daría vergüenza que me saquen una foto en Lollapalooza, por lo caro, no en la Blondie«, enfatizó el edil.
El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, reveló su relación con la discoteca Blondie, la cual está ubicada en la comuna de Estación Central.
En el libro «Gente común: una historia oral de la Blondie», el cual cuenta el origen, apogeo y presente de uno de los centros nocturnos más legendarios del país, el militante de la UDI entregó su historia con el espacio ícono de la diversidad y el desenfreno.
«Me acuerdo perfecto de tener siete años –vivía en la villa Los Copihues, en La Florida– y estar cantando a todo pulmón ‘hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo, que mi cuerpo no tiembla de ganas al verte encendido’ («Lo siento mi amor» de Rocío Jurado). Y mi mamá mirándome por la venta y diciéndome ‘no cante eso’», partió relatando Carter.
Luego, comentó que ya de adulto, fue con su equipo de la Municipalidad de la Florida al local de eventos.
«Estaban aterrorizados: ‘Te van a sacar una foto, nos va a penar’. Pero si me sacan la foto en la Blondie, pico, que la saquen. Si me encuentran chulo, problema de ellos; si es ambigua sexualmente, problema del que le importa«, expuso.
«Soy soltero, tengo cincuenta años, no tengo que dar explicaciones de lo que hago en mi vida», recalcó el jefe comunal.
Finalmente, expresó: «Yo venía de Derecho de la Católica y me cargaban las discoteques del sector de Las Condes. Me aburría esa impostura que uno tenía que adoptar para sentirse parte: tener que ser un winner, ser un bacán, decir me vengo a agarrar una mina. Y Plaza Ñuñoa siempre fue izquierda caviar».
«Cuando descubrí la Blondie descubrí que podía ser yo. Me daría vergüenza que me saquen una foto en Lollapalooza, por lo caro, no en la Blondie», concluyó Rodolfo Carter.