«Haré todo lo que sea necesario por conocer y aclarar los orígenes de esta denuncia», expresó el religioso.
El sacerdote jesuita Felipe Berríos fue denunciado por una mujer que lo acusó por «hechos de connotación sexual».
La Compañía de Jesús en Chile informó a través de un comunicado que los hechos «habrían ocurrido cuando la denunciante era menor de edad».
La denuncia la recibieron el 29 de abril y activaron un protocolo establecido por el Centro de Prevención de Abusos y Reparación de la propia institución religiosa.
En el texto se agregó que el padre Gabriel Roblero «con fecha 2 de mayo decretó la apertura de una investigación previa canónica, nombrando a la abogada laica María Elena Santibáñez a cargo de esta investigación».
Por lo que anoche, Felipe Berríos se refirió a la apertura de la investigación canónica en su contra por medio de una declaración pública.
«He tomado conocimiento de la denuncia en mi contra que ha sido informada a través de un comunicado de la Compañía de Jesús», señaló el jesuita de 65 años.
«No he sido informado de nada distinto de lo que dice ese comunicado. Haré todo lo que sea necesario por conocer y aclarar los orígenes de esta denuncia y me he puesto, desde ya, a disposición de la compañía para esclarecer los hechos con la mayor celeridad posible», añadió.
El sacerdote fue inmediatamente suspendido de sus funciones hasta que finalice la indagación a cargo de la abogada Santibáñez.