El reality show "Secreto en la Mansión", creado por Diego González y promocionado como el primer programa 100% gay, llegó a un abrupto final tras una serie de eventos que incluyeron una denuncia de abuso sexual y un incidente que casi desembocó en un incendio. El programa, que buscaba destacar las dinámicas y vivencias de la comunidad LGBT, se vio envuelto en una tormenta de controversias que obligaron a su cancelación.
Entre los participantes destacados se encontraban figuras conocidas del espectáculo y la comunidad LGBT, como Lelo, Nelson Mauri, Matías Mattel, Diego Pánico y la transformista Luz Violeta. A pesar del interés inicial que generó el formato, la convivencia dentro de la mansión se tornó tensa y conflictiva, culminando en situaciones que traspasaron los límites del entretenimiento.
Uno de los momentos más impactantes ocurrió cuando el bailarín Carlos Morales denunció que uno de sus compañeros intentó propasarse con él durante la noche. En declaraciones contundentes, Morales relató: "Me dormí en una cama junto a un amigo, y llegaron dos personas a acostarse allí. Uno de ellos intentó abusar de mí. Me bajó el pantalón y el boxer, pero luego lo negó todo. Fue una situación atroz, es una persona despreciable. Sentí que el corazón se me salía del pecho". Aunque no reveló el nombre del acusado, sus palabras generaron un fuerte impacto en la opinión pública.
Nelson Mauri y un cambio que no pasó desapercibido
La polémica no se detuvo ahí. Diego Pánico, otro de los participantes, utilizó sus redes sociales para lanzar fuertes críticas contra Nelson Mauri, aunque sin mencionarlo directamente. Sin embargo, lo que más llamó la atención de sus seguidores fue el notable cambio en el rostro de Mauri, lo que desató una ola de comentarios y especulaciones en redes sociales.
El escándalo en torno a "Secreto en la Mansión" ha dejado en evidencia los desafíos que enfrentan los programas de reality shows al abordar temas sensibles y dinámicas complejas. Mientras los involucrados continúan dando sus versiones de los hechos, el proyecto de Diego González ha quedado marcado por la controversia, poniendo en duda el futuro de formatos similares en la televisión.