El robo de un vehículo perteneciente al entorno de Marco Enríquez-Ominami ha generado revuelo en el ámbito público. El hecho ocurrió durante la noche del 20 de mayo en la comuna de Providencia, en la Región Metropolitana, cuando fue sustraída una camioneta Toyota RAV4 estacionada cerca del Bar Gran Refugio. Aunque el vehículo está registrado a nombre de la periodista Karen Doggenweiler, era el propio ME-O quien lo utilizaba en ese momento.
Durante la transmisión del matinal Mucho Gusto, Karen Doggenweiler abordó la situación y ofreció detalles del incidente ocurrido en la intersección de las calles Condell y Rancagua. Al ser consultada por su colega José Antonio Neme sobre el paradero de su camioneta, respondió con ironía: “Está acá afuera…”, haciendo alusión a que su auto personal seguía intacto y que el vehículo robado no era exactamente una camioneta, sino un auto diferente.
La animadora relató que Enríquez-Ominami había bajado del automóvil junto a un amigo, Ignacio, y que ambos se encontraban a escasos metros cuando ocurrió el robo. “Lo que me explicaba Carabineros es que usan computadores… Pensé que quizás se había quedado la llave ahí o algo abierto. Nada, es muy silencioso”, explicó, destacando lo sofisticado y discreto del modus operandi.
Virales dichos de Karen Doggenweiler
Además, Doggenweiler remarcó lo alarmante del contexto en que se dio el robo: una zona iluminada, concurrida y a una hora razonable. “Fue temprano, 11 de la noche… tampoco es una hora de la madrugada. Después ese mismo estacionamiento lo ocupó otro auto”, señaló, subrayando la normalidad con la que se desplazaban los delincuentes. También lamentó la ineficacia de las medidas de vigilancia: “Las cámaras no estaban funcionando, por supuesto, ¡qué se saca con tenerlas ahí!”
Finalmente, la periodista reflexionó sobre la creciente sensación de inseguridad que afecta a la ciudadanía. “A estas alturas, con cualquier persona con que uno converse, puede dar un dato o una información sobre la delincuencia. O le ha pasado a uno mismo. Yo creo que ese círculo se empieza a estrechar… ¡hasta que le toca a uno! Porque es impresionante”, concluyó Karen Doggenweiler, haciendo eco de una realidad que afecta cada vez a más chilenos.