El reconocido geógrafo Marcelo Lagos se refirió a las recientes declaraciones del Centro Sismológico Nacional (CSN), que alertan sobre una alta probabilidad de un nuevo terremoto en Chile para el año 2026. Explicó que esta proyección se basa en análisis históricos de movimientos telúricos, aunque aclaró que estas cifras no deben interpretarse como una predicción exacta, sino como una herramienta para entender mejor los procesos geológicos. “Lo que nos indica el CSN es que estamos en un umbral que aumenta las posibilidades de un evento sísmico importante, pero esto no es una certeza absoluta”, precisó el experto en una entrevista con Radio ADN.
El académico destacó que existen áreas específicas con mayor riesgo, como la zona comprendida entre Iquique y Mejillones, donde la acumulación de energía sísmica sugiere la posibilidad de un terremoto de magnitud superior a 8.0. “Estas regiones están particularmente tensionadas y requieren especial atención”, afirmó Marcelo Lagos. Además, recordó que los terremotos no son el único peligro, ya que los tsunamis y otros fenómenos asociados pueden representar una amenaza igual o incluso mayor para la población.
En ese sentido, el geógrafo resaltó los avances en normativas de construcción y tecnología, que han reducido significativamente la mortalidad asociada a los sismos en Chile. Sin embargo, advirtió que la exposición a tsunamis sigue siendo un desafío crítico. “Muchas zonas costeras carecen de regulaciones adecuadas en materia de evacuación y prevención, lo que aumenta el riesgo para las comunidades locales”, señaló.
Marcelo Lagos enciende las alarmas
Lagos también llamó la atención sobre otra zona de preocupación: la región entre Los Vilos y Pichilemu, donde se ha identificado una “laguna sísmica” que ha acumulado energía durante décadas. Este fenómeno fue destacado por el CSN en 2020 y confirmado por el propio Lagos en una reciente aparición en el programa Podemos Hablar de CHV. “Esta área concentra cerca del 70% de la población chilena, además de infraestructura crítica y centros de decisión política. Un terremoto aquí tendría un impacto enorme”, advirtió.
Finalmente, Marcelo Lagos subrayó que, aunque la ciencia no permite predecir terremotos con precisión, es fundamental continuar con el monitoreo y la investigación para mejorar la preparación de la sociedad. “No podemos evitar que ocurran, pero sí podemos trabajar para minimizar sus efectos y estar mejor preparados ante estos eventos naturales”, concluyó.