El caso que ha conmocionado a toda una comunidad en San Fernando por fin comenzó a esclarecerse gracias a una inesperada confesión. Christian González, médico ecuatoriano acusado de participar en el asesinato del joven farmacéutico Francisco Albornoz, decidió romper el silencio y entregar detalles clave ante la Fiscalía, implicando también al chef José Baeza, quien sería su cómplice en este crimen que aún está rodeado de muchas preguntas sin respuesta.
La importancia de su declaración no solo radica en que permitió localizar el cuerpo de Francisco Albornoz, quien tenía apenas 21 años, sino que también abrió una ventana a la compleja y turbia relación entre los involucrados. Según la información preliminar, el testimonio del médico ayudó a armar parcialmente la historia de lo sucedido y a entender la forma en que se habría intentado encubrir el hecho.
Durante su relato, González contó que fue cuatro días después de la desaparición de Francisco cuando se enteró por redes sociales de que lo estaban buscando. “Lloré mucho, tenía mucha culpa por lo que hice. No entendía lo que había pasado... lo que hice fue ocultarlo, porque yo no le hice nada a Francisco”, expresó con evidente angustia, dejando entrever un posible intento de desligarse de la autoría directa del crimen.
Siguen las repercusiones por el caso de Francisco Albornoz
También reveló una conversación clave con José Baeza, a quien identificó como “Kai”. Aseguró que este lo llamó para saber cómo estaba y si pensaba hablar sobre lo ocurrido. “Me dijo que nos viéramos, pero yo no quería juntarme con él. Luego de eso no me llamó más”, relató González, mostrando un posible quiebre en la alianza que los unía y que ahora podría volverse crucial en la investigación judicial.
Finalmente, el médico explicó qué lo llevó a confesar: ver el esfuerzo desesperado de la familia y amigos de Francisco Albornoz en redes sociales. “Por eso llamé a mi abogado y vine a Fiscalía a entregar mi versión de los hechos”, afirmó. Ahora, con esta declaración como pieza central, las autoridades continúan desentrañando un caso que aún tiene muchos vacíos por llenar.