A más de un año y ocho meses del trágico suceso en el Lago Ranco, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) ha concluido su investigación sobre el accidente que le costó la vida al expresidente Sebastián Piñera. El informe N° 2047-24 de la DGAC determinó que la causa directa del siniestro fue una "pérdida inadvertida de referencias visuales" originada por el empañamiento interno del parabrisas del helicóptero.
El fenómeno que desencadenó la tragedia es conocido técnicamente como “flash fogging” y se produjo durante la fase de ascenso inicial de la aeronave, un helicóptero modelo Robinson R44 II. La causa física fue el contraste de temperatura y humedad dentro de la cabina, lo que generó una condensación tan intensa que bloqueó por completo la visibilidad externa del piloto, según detalla un reporte de Radio Biobío basado en el informe.
El documento de 86 páginas de la DGAC establece que, a pesar de los esfuerzos de Sebastián Piñera por orientarse manteniéndose cerca de la orilla del lago, la visibilidad se degradó totalmente. Las conclusiones indican que "el entorno visual desde la cabina hacia el exterior se vio degradado, lo que llevó a que en forma inadvertida se iniciara un descenso sin pérdida de control y con ello, a que impactara contra la superficie del Lago Ranco y luego se iniciara su hundimiento”.
Sebastián Piñera y un trágico accidente que aún genera dudas
La investigación clasificó el suceso como un “Vuelo controlado contra el terreno (CFIT)”, y descartó cualquier factor externo o mecánico. El informe fue explícito en que no se encontraron fallas mecánicas ni estructurales, y las condiciones meteorológicas eran óptimas para el vuelo visual. Además, el helicóptero estaba en perfectas condiciones de mantenimiento y certificación, y el expresidente Sebastián Piñera poseía licencia vigente y 569 horas de vuelo en el modelo. Las pruebas toxicológicas y de alcoholemia al exmandatario resultaron negativas.
Mientras los tres acompañantes, Magdalena Piñera, Ignacio Guerrero y Bautista Guerrero, lograron evacuar la aeronave y fueron rescatados, el expresidente no alcanzó a salir, falleciendo por asfixia por inmersión. A raíz de los hallazgos, la DGAC plantea como recomendación final "reforzar la instrucción de pilotos privados sobre el uso de sistemas de ventilación y calefacción de cabina para evitar condensación y la toma de decisiones en vuelo visual bajo condiciones marginales".