El lema de campaña "La Fuerza del Cambio", escogido por José Antonio Kast para su candidatura presidencial, ha generado una fuerte indignación en el Partido Por la Democracia (PPD), que acusa al candidato republicano de plagio. Días antes de oficializar su postulación, Kast había sometido a votación en sus redes sociales dos eslóganes, resultando ganador el que ahora es objeto de la polémica.
El secretario general del PPD, José Toro, expresó su profundo malestar con la situación. “Lo que hace el Partido Republicano y en particular el candidato presidencial José Antonio Kast es gravísimo”, denunció. Toro argumentó que, a pesar de la larga trayectoria política de Kast, “eso no puede significar que hagan plagio del lema del PPD ‘La fuerza del cambio’”. El dirigente insinuó que el acto, ya sea intencional o no, es de extrema gravedad.
José Toro fue más allá en su crítica, comparando la situación con una falta académica. “Cualquiera de los dos casos es del todo grave y si su candidatura fuese un examen universitario, le pondrían un uno por plagio”, declaró. El PPD advirtió que no permitirá que "un candidato ultraconservador, que reivindica el golpe de Estado", utilice un lema con el que el partido "luchó para volver a la democracia", y que ha sido su bandera desde 1989, incluso registrado ante el Servel.
José Antonio Kast y una acusación que hace ruido
La denuncia del PPD fue respaldada por el exdiputado y exmilitante del partido, Pepe Auth. "La Fuerza del Cambio fue eslogan del PPD desde su fundación en diciembre 1987 y los primeros años de la transición", afirmó Auth. El analista político señaló que, en un escenario donde el cambio es un concepto clave en las elecciones, la candidatura de Kast busca "apropiarse del concepto" para capitalizar el deseo de la ciudadanía de un nuevo rumbo.
La controversia ha puesto en el centro del debate la originalidad y la apropiación de conceptos en las campañas políticas. Mientras José Antonio Kast utiliza la frase y la figura de un camión como parte de su puesta en escena, el PPD defiende su lema histórico como un símbolo de su lucha por el regreso a la democracia, lo que ha escalado el conflicto a un nivel ideológico y simbólico.