La jueza de garantía Irene Rodríguez manifestó una firme defensa de su labor judicial, tras la controversia generada por la liberación del sicario venezolano implicado en el homicidio del "Rey de Meiggs". El periodista de Mega, Karim Butte, acudió este miércoles feriado al domicilio de la magistrada para obtener su versión de los hechos.
Rodríguez no permitió el acceso al periodista, respondiendo a sus preguntas a través de la reja de su propiedad. Butte, agachado para poder escucharla, le consultó sobre los errores que derivaron en la fuga del imputado, así como sobre la acusación de haberse quedado dormida durante la audiencia de formalización del caso. La jueza reaccionó molesta ante esta última pregunta: “Oye, qué poco aporta eso. ¿Por qué inventan cosas tan nimias, o a veces nadie cierra los ojos para seguir escuchando? Si yo me hubiera quedado dormida, no hubiera resuelto lo que resolví, con el ímpetu que lo hice". Y añadió: “Yo creo que todos estaban conformes con lo que hice, entendí yo. Y ahora dicen, ‘no, es que usted se quedó dormida’. ¿Sabes qué? Eso lo encuentro de tan, pero con tan poco criterio. De bajo nivel”.
Ante la insistencia de Butte, la jueza dio por finalizada la conversación con firmeza: “¡Yo no me quedé dormida, porque yo estuve siempre atenta a la audiencia, siempre! Y tú empiezas con esas preguntas. Actué bien, firmé lo que correspondía y listo. ¡Y por eso no me gusta que empiecen con esas preguntas tontas, así que chao!”. Respecto a los cuestionamientos por la libertad del sicario, Rodríguez afirmó estar tranquila, asegurando que todo el procedimiento bajo su responsabilidad se ejecutó correctamente, atribuyendo cualquier otro aspecto a la gestión de otros funcionarios.
Sigue la polémica tras el accionar indignante de jueza Rodríguez
La magistrada explicó que firmó la orden de ingreso a prisión preventiva sin percatarse de un error de tipeo en una letra. Una gendarme advirtió la anomalía, lo que implicó una corrección que, según la jueza, no fue sencilla. “Debe dejarse sin efecto la orden de prisión preventiva, para luego hacer una nueva orden con el nombre bien escrito”, detalló Rodríguez, explicando cómo esta situación originó el procedimiento que culminó con la liberación del imputado.
Finalmente, el periodista preguntó a la jueza si descartaba dolo o haber recibido presiones, coimas o pagos para la liberación del sicario. La respuesta de Rodríguez fue contundente: “Nada. Nada de dolo. Jamás, jamás, jamás, jamás”. Esta declaración busca despejar cualquier sospecha sobre una intencionalidad en la decisión que generó la polémica.